domingo, 24 de noviembre de 2013

JUGAR CON FUEGO

Por su piel deslizó la suave tela de raso que la había cobijado todas la noche. Sintió alrededor de sus tobillos como esa textura fría empezaba a rodearlos.
Los dedos de ella, al tacto con su piel, provocaban que mariposas volasen en su estómago, despertando el deseo de recién levantada.
Después de sus tobillos paso a sus muñecas. Las cogió y las puso por encima de su cabeza. Se valió de una cinta, también de raso, para atarlas.
Y así Ella, desapareció durante un rato que se le hizo interminable.
Estar en esa postura le resultaba incómodo pero a la vez, nacían de su cuerpo síntomas de placer; se sentía a Su merced y no podía hacer nada para cambiarlo. Tampoco quería.
Durante aproximadamente veinte minutos(según su reloj mental), por su imaginación pasaban miles de sensaciones, de pensamientos acerca de lo que Ella tendría en mente.
Era excitante y a la vez desesperante. Se quedó dormida.
Le despertó su vista negra. Le había colocado un antifaz y desconocía lo que iba a pasar.
De repente sintió que algo caliente empezaba a rozar su piel gota a gota. Comenzó en su vientre y subió por su torso y sus pechos.
Cada gota le producía un calor que pensaba no iba a ser capaz de soportar. Pero a los segundos desaparecía esa sensación, transformándose en un inmenso placer.
De los pechos bajó otra vez hasta su vientre y hasta su sexo. Ahí el calor era mas intenso, mucho más.
Pero el placer también era mucho mas impactante, más tranquilizador, más excitante.
Noto como su coño empezaba a humedecerse.
Ella, a la vez que le iba derramando la cera, metió sus dedos y empezó a masturbarla. Cada vez el placer era mas intenso y a través de su oscuridad, sentía el aliento de Ella y como iba excitándose a la vez.
No hacían falta palabras ni miradas, para que ambas pudieran sentirse la una a la otra. Sin tocarse, sin mirarse, sin susurrarse.
El silencio era testigo de ese uso indiscriminado de placer y amor, de entrega y poder, de pasión y sumisión.

-¡Plass!

Un manotazo hizo que sus pecho temblara como un flan; como si estuviera pidiendo mas.

-¡Plass!

Otro manotazo sacudió su otro pecho.
Seguidamente, ella colocó unas pinzas en sus pezones. Al principio, siempre este sencillo artilugio le dolía. Sus pechos era muy sensibles al dolor y le costaba controlarse. Pero al igual que con la cera, era cuestión de segundos transformarlo en placer.

-¡Vaya despertar!-pasó por su mente.Pero mantuvo la boca cerrada.

Durante un buen rato, Ella jugó con las pinzas y con la cadena que las unía. Estiraba hasta intentarle hacer que suplicase que parase, pero era orgullosa y una perfeccionista innata. Y resistía cada tirón como si en ello le fuera la vida. El dolor era parte de la demostración de amor y entrega que sentía hacia ella y esta vez no iba a ser menos.
Al cabo de una media hora, Ella la liberó de esos mordiscos infernales de placer,de las sábanas que anudaban sus tobillos, de la cinta que sujetaba sus muñecas y del antifaz que le había impedido observarla durante la sesión inesperada.

-¡Levántante y vamos al baño!-dijo Ella.

Una vez allí, la metió en la bañera y la empapó de agua templada.
Con un cuidado extremo, empezó a arrastrarle las gotas de cera con una suave esponja.
Cuando ya hubo quitado toda, la bañó como una madre lo hace a su hijo; con mimo, con cariño y dedicación.
Después Ella se sumergió y se colocó tras ella,rodeándola con sus brazos.
Y allí permanecieron horas...sintiéndose.....amándose en silencio.

                                                                                                        nyx de Lady Foc














sábado, 16 de noviembre de 2013

SENSACIONES

Nyx entreabrió los ojos y sintió que algo empezaba a recorrer su espalda.
Era un tacto frío pero familiar. Reconocía esa textura y las manos que le hacían amanecer dibujando una sonrisa en su cara.
De repente, Ella situó sus manos en la parte trasera de su cuerpo, rodeándolas por ese frío metal; ese gesto la hizo estremecer y soltar un pequeño suspiro.
Cuando apenas empezaba a disfrutar de ese plácido despertar, Ella le susurró una orden.

-¡Ponte a cuatro patas yaa! Te voy a follar como la puta que eres.

Así, sin hacer objeción a nada, se colocó como Ella le había ordenado.
Las mágicas manos de Ella, empezaron a recorrer la parte baja de su espalda, bajando por las nalgas y rodeando el orificio que solo a Ella le había permitido usar.
Comenzó a humedecerse su sexo con cada roce de esos dedos que tantas sensaciones le provocaban.
Ella se acercó a su oído y le dijo:

-Eres Mía, sólo Mía. Y como tu Dueña que soy, vas a complacerme. Eres Mi perra, Mi Zorra.

Ella comenzó a masajear su ano y a masturbar su sexo. Sabía que tenía que relajarse para poder ceder a los deseos de Ella.
Le encantaba follarle el culo; le hacía sentir su poder sobre nyx,. Y a nyx le gustaba y complacía sentirse tan Suya.
Notó como Ella se alejaba de su lado. Sabía que iba a colocarse el arnés para hacer uso de su propiedad.
A la mente de nyx, vino el recuerdo de la primera vez con el. ¡Con lo poco que le motivaba y lo placentero que había llegado a ser!
Ella se acercó y paso su mano por sus nalgas.

-¡Zass!

Un azote inesperado sacudió su piel y todo su cuerpo. Sensaciones placenteras y conocidas invadieron todo su ser y su sexo.
Y a ese primero siguieron unos cuantos más, que Ella le hizo contar uno a uno.
De repente notó algo suave pero de forma familiar. Era la pala de spank que nyx le había regalado con la inscripción “nyx de Lady Foc”. La había mandado diseñar especialmente para Ella. Era de cuero morado y en el centro, a lo largo estaba recortado con las letras que indicaban su sentir.

-¡Plass!.....vaya parece que las letras no se marcan bien-dijo Ella- va a haber que usarla más.
-¡Plass!
-Dos Ama.
-¡Plass!
-Tres Ama.

Y asi hasta 17, el mismo número del día de su cumpleaños; aunque nyx estaba segura que en el décimo ya llevaba tatuadas cada una de las letras de la pala.
Ella soltó la pala, y empezó a penetrar su ano con un dedo, haciendo círculos, destensando cada milímetro de su extensión. Así continuó hasta que consideró que era suficiente como para poder penetrarla.
Ella sabía que nyx necesitaba mucha estimulación para esa práctica y nyx confiaba plenamente en Ella, pues sabía que no haría nada que pudiese dañarla mas de lo necesario, teniendo en cuenta que el dolor era parte del motivador de su placer.

-Prepárate puta que te voy a follar. Vas a sentirme dentro de ti; vas a sentir mi poder tan intensamente que me vas a suplicar que te permita correrte.

Y de repente, sintió como,en una embestida voraz, Ella le penetraba con toda su fuerza y su deseo.
Una y otra vez. Nyx no paraba de gemir y Ella de decirle “Eres Mía” con una seguridad que hacía que nyx se excitase cada vez más.
Durante cerca de diez minutos, nyx aguantó las idas y venidas de esa excitación tan sublime, tan intensa, tan salvaje y dulce a la vez...
Cuando ya sentía que no podía soportarlo más.....

-Ama, pido permiso para correrme por favor.
-¡No zorra!Te correrás cuando yo lo desee.
-Si Ama.

Y nyx siguió aguantando las embestidas de ese deseo salvaje de Ella por hacerla Suya cuando, donde y como quisiera.
Escalofríos recorrían el cuerpo de nyx ya la vez empezaba a asomar verdaderos síntomas de dolor de verdad, del que sabes que no vas a poder soportar.
Pero Ella sabía el aguante y la entrega de nyx, unido al orgullo que venía de serie y su exigencia hacia si misma.
Ella sabía que si deseaba que nyx aguantase, lo haría sin rechistar. Nyx era perfeccionista, y si para ello tenía que soportar dolor, lo haría.

-¡Zass!¡Zass!¡Zass!¡Zass!

Un tanda de cuatro azotes inesperados hizo que el cuerpo de nyx se estremeciese.
Nyx sintió que se derrumbaba. Le quedaba poco para rendirse, pues el dolor ya era demasiado incipiente en su cuerpo y en su mente, y empezaba a hacerse insoportable con cada segundo que pasaba.

-¡Córrete zorra! Dame cada gota de placer que me pertenece.

Y nyx, con estas palabras y su mente en una nube de sensaciones, derramó todo su esencia en el arnés de Ella; salvaje e intensamente.

-Buena perra. Has sido muy buena perra.

                                                                                                     nyx de Lady Foc












sábado, 9 de noviembre de 2013

LA REUNIÓN

Eran las 8 de la tarde y por fin había terminado su jornada laboral.
Su único deseo toda la tarde, había sido pensar en Ella, y llegar a casa para dedicarle todo su tiempo como siempre.
Se conocían desde hace tiempo y comenzaron una relación bastante especial.

Llego a su casa después de media hora de viaje, le aviso que ya estaba y que enseguida hablarían.
Se duchó y se preparó para su cita de todas las noches.

Todo empezó como siempre. Le comentó su día, los problemas que le habían surgido en el trabajo, rieron con tonterías, como siempre.
Cuando le comentó que la día siguiente tenía una reunión importante, en cuestión de segundos sintió que su cuerpo se revolucionaba.
Ella le dió la orden de llevar las bolas chinas puestas durante la reunión y eso le provocó un cosquilleo en el estómago, que no le era desconocido.
Ya habían hablando de eso, pero no había surgido la oportunidad de llevarlo a cabo.

Toda emocionada,le comentó a Ella la sensación que había experimentado al recibir esa orden y Ella le preguntó:
-”¿Te excitó recibirla?”
A lo que respondió que obviamente había sentido algo. No era una excitación física, sino mas bien mental.
El solo hecho de pensar que durante el tiempo de la futura reunión, iba a estar haciendo algo que a Ella le satisfacía mucho, hacía que sintiera que estaba haciendo su deber.Complacerla.

En su relación, se llevaban acabo varias órdenes, que aunque no le gustaran demasiado, tampoco le costaba cumplirlas y sabía que a Ella le satisfacía que la obedeciese.


Cuando se fue a dormir, preparó en su lavabo las bolas chinas para que no se le olvidaran a la mañana siguiente. Solía levantarse bastante dormida y existía esa posibilidad.
También eligieron la ropa que llevaría a la reunión mostrándole varias opciones para que Ella eligiese.

Le costó dormir, pues miles de cosas empezaron a pasar por su cabeza.Aparte del deseo de tocarse y compartirlo con Ella, que cada día era mas asiduo.

Cuando despertó, fue al baño y se las puso, con Ella la cabeza, como siempre.Al igual que cuando se vistió como Ella deseaba.

Salió de casa notando el cordón de extracción de las bolas y sintiendo como se agitaban dentro de su cuerpo.
Lamentó pasar la mayor parte de la mañana sentada, hablando y hablando sobre objetivos, técnicas de ventas y beneficios anuales.
Una letanía de números que se le hizo mas leve,cuando se miraba las piernas y su sexo, y le sentía dentro de si misma.
La sentía como si Sus manos estuvieran agitándolas, para recordarle que esa cavidad de placer, también le pertenecía a Ella.
Su mente estaba en un sitio y su inteligencia en otro completamente distinto.

Durante todo el día se sintió controlada, sometida, propiedad de alguien.


Y eso hasta cierto punto le satisfacía. No estaba acostumbrada a pensar mas que en si misma, a concentrarse cuando estaba trabajando o a relajarse cuando estaba sola.
El hecho de tener a alguien cuidándola, vigilándola; alguien a quien llamar Señora o mi Dueña, había días que se le hacía pesado, pues sentía que le estaban alejando de su pareja y de su independencia.

Pero luego,pequeños hechos como ese, de llevar unas bolas como si fuera Ella quien estaba dentro de su placer,le hacía sentirse completa y plena.

Avisó a Ella que iba camino de casa.Le habían autorizado a quitarse las bolsas después de la reunión pero estaba cómoda con ellas y no necesito liberarse.
Al sentarse en el coche, noto como se salían un poco y ahí ya empezó a notarlas de verdad.

Al llegar a casa, no se las quitó hasta la orden de Ella de que podía hacerlo. Y llegado el momento, vio que físicamente le habían excitado más de lo que se hubiera imaginado.
Estaban empapadas de su flujo y ni siquiera se había dado cuenta.

Ahí sintió verdadera satisfacción del deber cumplido. Sabía que a Ella, que su perrita estuviera siempre preparada, le complacía hasta niveles incalculables.

Y su día siguió con una experiencia mas vivida, sabiéndose que le pertenecía y complaciéndola siempre que estuviera en su mano.

                                                                                                                     nyx de Lady Foc