viernes, 30 de enero de 2015

SOÑANDO

Se refugió en las sabanas. Necesitaba seguir durmiendo y soñando con la tersa piel que la hacía humedecer.
Solo recordar el simple hecho de rozar sus piernas la hacía estremecer. Su sexo palpitaba a la misma velocidad que un caballo galopando.
Esa mujer tenía un poder increíble sobre ella. Aunque muchas veces no lo demostrara o expresara, el deseo era cada vez más latente y vivo.
Su piel se erizaba, sus pezones adquirían vida, su cuerpo temblaba de ganas...

Solo tenerla en sus pensamientos, eran minutos y minutos de nervios por tenerla cerca...ya quedaba poco.
Añoraba tanto sentirla a su lado cada mañana al despertar, que los días se hacían largos y repletos de eterna espera.
Una espera que no hacía mas que aumentar sus deseos de seguir estando donde estaba...a Sus pies.
Cada día era un nuevo reto; una nueva oportunidad por demostrar su entrega, su obediencia y su lealtad.

Todas las noches, masturbaba su mente con Ella en sus pensamientos.Sus sueños quedaban envueltos en delirios de deseo y pasión, mientras sus dedos acariciaban su sexo, empapándose en la excitación de saber que su cuerpo y su placer le pertenecían por completo.
Sentirla en su interior, notar como sus dedos hacían de sus manos, como pellizcaban sus pezones y acariciaban su sexo con una lujuria indescriptible, eran uno de los placeres mas satisfactorios que conocía.

Desde que la conocía, su vida cambió en todos los aspectos.
Le descubrió mundos y placeres desconocidos para ella.
Vivencias y personas que le hicieron creer en la vida.
Partes de su cuerpo y de su interior que no sabía ni que existían.
Cada día junto a Ella era un despertar a la vida de incalculable valor.
Pero sobre todo, renació sexualmente de una forma tan libre y tan natural, que le parecía todo un sueño.

Por eso le gustaba soñar.
Sus sueños eran Ella.

                                                                                              
                                                                                                     nyx de Lady Foc




viernes, 23 de enero de 2015

LAS ROSAS TAMBIÉN TIENEN ESPINAS

Estar a los pies de un o una Dom,es como la vida. No es un camino solo lleno de rosas con buen olor y momentos felices.
Existen los fallos,las lecciones difíciles,los tropiezos,los despistes y sobre todo,existen las dudas.
Esas que te hacen plantearte si de verdad tienes alma sumisa; si de verdad naciste para entregarte y complacer a un ser superior al que adorar.

Cuando empiezas una relación de esta índole, la ilusión, la emoción de querer hacerlo bien, las ganas de avanzar y aprender, son nuestras mejores compañeras.

Pero como novatas/os que somos y personas, también cometemos errores.
Errores que nos frenan y nos hacen reflexionar a fondo sobre lo que de verdad somos y sentimos.

Estoy convencida que mucha gente que me pueda leer en redes sociales y que me conoce en persona, creerá que la relación con mi Ama es todo risas y alegrías; avances sin pasos atrás; como una camino hecho de algodón liso, llano y fácil.

Pues siento decepcionaros pero no. He cometido tantos errores que soy incapaz de contarlos. Tantas veces he estado a las puertas de obtener una libertad no deseada, que duele solo recordarlo.Y mucho.
Al hecho innato de saber que has molestado o enfadado a tu Dom, se une el de que soy una perfeccionista nata. Me exijo a mi misma hasta límites insospechables, y la culpa cuando no hago las cosas bien es tan grande y abrumadora, que lo único que desearía en ese momento es tener una máquina del tiempo para echarlo atrás y hacer que desapareciese el minuto o el acto por el cual fallé.

Afortunadamente, mi Ama sabe aplicar los castigos o correctivos necesarios para que aprenda de ese error y su lección, unas veces a la primera y otras volviendo a caer en el mismo fallo y en el mismo castigo.

La sumisión no es un viaje fácil. Es un aprendizaje arduo y continuo. No es llegar, ver la meta y pensar ya estoy cerca. Es querer correr todos los días a un ritmo necesario para alcanzarla y lograrla cada minuto de cada día.
Es estar pendiente lo máximo posible de cada palabra, de cada acto, de cada conversación;pues en cualquier momento, tu Dom puede estar enseñándote una lección o mostrándote un deseo entre líneas.
Los sentidos deben estar al cien por cien y la disposición para usarlos igual.

Vivir y sentir el BDSM es esfuerzo, tesón, ganas, deseo, escuchar, luchar.
Es aprender a pensar en que tus deseos deben ser los Suyos; en que obedecer es complacer; en que tu no eres tuyo/a sino de El o Ella.

Por eso, si de verdad sientes que tu alma le pertenece, no creas que eso será llegar y besar el santo. Habrá días que serán bonitos y felices pero también los habrá llenos de lágrimas y dudas. Lucha con todas tus fuerzas si de verdad adoras la libertad que pertenecer a tu Dom te otorga,no vivas en los mundos de Yuppy, sino en la realidad.
Eres el reflejo de tu Dom. No lo olvides.

                                                                                                   nyx de Lady Foc







viernes, 16 de enero de 2015

EL RESPETO IMPLÍCITO

Varias veces he leído , principalmente a sumisas, diciendo que no tratan de Usted o de Señor/Señora a otros/as Doms que no sean los suyos propios.
Vamos por partes, pues esto es extensible a otras parcelas de nuestra vida que nada tienen que ver con el BDSM.
Cuando estas personas ven a una persona anciana o desconocida por la calle y por casualidades de la vida la han de tratar.. que le dicen ¿Manoli te ayudo?. Imagino que como cualquier persona normal, le dirán Señora...o Señor ...¿le ayudo?

Desde mi punto de vista, y en base a la educación recibida, ya no solo por mi Ama sino la que me dieron mis padres, a cualquier persona que no sea de mi círculo íntimo y personas mayores de edad, se le debe tratar de Usted, solo por el hecho de ser una persona ajena con la que en ese primer contacto no me une ningún tipo de relación. El tiempo y la unión que mantengamos decidirá las pautas que se han de seguir respecto a la forma de tratarnos.

Pues si traslado esto a nuestro maravilloso mundo del BDSM, donde se prodiga tanto el respeto, el sentido común y la educación que recibimos por parte de nuestros Dueños o Dueñas, de los cuales debemos ser el reflejo...
¿Que percepción de la educación recibida por una sumisa o sumiso tendríais y por ende de su Amo o Ama, si al hablar a un o una Dominante que no es el suyo le trata de “Tú”?
La mía desde luego buena no sería.Pero ¡ojo! Esto es solo mi opinión y mi forma de verlo.

Siguiendo al hilo de esta reflexión, a cualquier Dominante, solo por el hecho de serlo, merece ser tratado de Usted o de Señor, independientemente si le pertenecemos o no..
Hablo de Dominantes de verdad; de los que sabemos que de verdad lo son, ya sea por conocerlos en persona por eventos BDSM o por un primer contacto en redes sociales el cual dejó de ser virtual en algún momento.

Por supuesto, también están las relaciones D/s que a la vez son relaciones de pareja.
Por experiencia os aconsejo que separéis una de la otra, pues al final la confianza existente en la segunda, conlleva muchas veces que se pierda el respeto a la parte Dominante tratando, muchas veces conscientemente, por la confianza como pareja, de Tu a la persona a la que te estás entregando.

Y a mis ojos, Señoras, Señores, señoritas y señoritos, lo siento pero no forma parte de mi educación este abuso hacia los/las Dominantes.

Si quieres que te respeten.....RESPETA.

                                                                              
                                                                                          nyx de Lady Foc






viernes, 9 de enero de 2015

VUELO HACIA LA LIBERTAD II

Llevaba un buen rato colgada en ese inmenso espacio. La cabeza empezaba a acumular mucha sangre y le costaba respirar.
De vez en cuando se balanceaba para provocar aire que ventilase sus pulmones, pero eso no hacía mas que acelerar el constante movimiento hacia su cerebro.

Las cuerdas comenzaban a provocarle heridas en la piel que escocían y dolían. Pero a la vez esa sensación de estar flotando, volando para la satisfacción de aquel hombre que tan amablemente la trató, calmaba todos sus nervios y dolores.

Escuchó voces debajo de su cabeza. Debía estar a unos tres metros sobre el suelo. Echó la cabeza para atrás y divisó tres personas en círculo, justo en línea recta de donde ella estaba.

Llevaban varios látigos de muy larga cola. Intuía que iba a pasar pero prefirió no pensar. Ahí colgada cual cerdo en un matadero, no podía hacer mucho para escapar.

De repente, se activaron los engranajes que la colocaron en el suelo. Una chica, vestida de latéx con orejas de gata, le pasó unos cubitos de hielo por sus labios y le dio unas suaves caricias por las partes de su cuerpo que las cuerdas no cubrían, incluidos los pies.

La dejaron ahí unos diez minutos, hasta que el riego sanguíneo se estabilizó y su cuerpo medio volvió a la normalidad.

Al cabo de ese tiempo, volvieron a izarla cual bandera a metro y medio del suelo. Dos hombre se aproximaron a ella y le fueron quitando las cuerdas, masajeando cada zona que iban dejando libre de nuevo.
Cuando hubieron terminado, se divirtieron un rato con ella, manoseándola y lanzándole toda clase de improperios e insultos que se les ocurrían.

-¡Basta ya cerdos!.

Su salvador había llegado, o eso creía ella. Los dos hombre se retiraron, asustados ante la mirada aterradora de ese hombre.

Sumergida en sus propios pensamientos de hasta cuando iba a estar ahí, recibió un latigazo que la sacó de su mente.
Un gritó plagado de dolor, retumbó en toda la nave.

-Por fin la zorra ha hablado algo. Y yo que pensaba que era muda..jajajajajaja!

Una risa escabrosa y llena de sadismo ensordeció su voz. Los latigazos fueron cada vez más continuos y fuertes. Su espalda se estaba llenado de jirones y su alma de dolor y placer al mismo tiempo.

Perdió el conocimiento. Cuando despertó, estaba tumbada en su cama, con su pijama. Levantó las sábanas y se miró el abdomen. Llevaba cubierta un parte de él. Se quitó la venda que lo cubría y vió la marca impresa de su collar.
No había sido un sueño. Había pasado la prueba. 
Sonrió y se volvió a dormir.

                                                                                                    nyx de Lady Foc


sábado, 3 de enero de 2015

VUELO HACIA LA LIBERTAD

La suave seda cegaba su mirada. Sus sentidos se agudizaban con cada pequeño sonido que escuchaba.
Sus manos deseaban tocar, sentir, vivir.. pero permanecían atadas al cabecero de la cama.

-Solo escucha- le había dicho la voz que le llevó hasta esa lúgubre y fría estancia.

Al salir del trabajo, le habían privado de la vista en el callejón donde tenía el coche aparcado y la metieron en un coche. Parecía lujoso. Sintió el acariciante cuero de los asientos y el olor a elegancia que desprendía cada centímetro de metal.

-¡Dejenme!¿A donde me llevan? ¿Quienes son ustedes?¿Que quieren de mi?

Intento resistirse pero el hombre que la amordazó era fuerte.

-Cállate zorra. Tu haz lo que te digamos y no te pasará nada.

Las lágrimas resbalaban por sus ojos cual niña pequeña. Cuando ya habían pasado unos veinte minutos, según su reloj mental, el coche se paró en seco.
La sacaron con fuerza del mismo y la arrastraron por los suelos. Le quitaron la cinta que le habían puesto en la boca y gritó todo lo que pudo, con la esperanza de que alguien se apiadase de ella y la sacase de allí.
Pero su voz no hizo mas que retumbar en aquella estancia, que parecía una nave vacía ya abandonada.

-Espera aquí quietecita. Enseguida venimos a por ti.

Escuchó dos pasos distintos alejarse de ella y murmullos de fondo. No le gustaba esa situación. No le gustaba no tener el control sobre que es lo que iba a pasar. Por que estaba allí y que querían de ella eran las únicas preguntas que giraban en su cabeza.

Al cabo de unos minutos, los hombres volvieron y la hicieron caminar. Le hicieron subir unas escaleras que ascendió a duras penas, hasta una plataforma que parecía tener poca estabilidad. Le desataron las manos y le dieron la orden de desnudarse.

-Quítate la ropa. No preguntes. No digas nada. Solo obedece.

Paula sin decir una palabra hizo lo que se indicó. Sintió frío, mucho frío y la vez una total indefensión ante lo que no sabía que iba a suceder. Aun seguía con la venda en los ojos con lo cual su oído se agudizó todavía mas al oír como unos pasos distintos a los de antes se acercaban a ella.

Unas manos fuertes y rudas la cogieron por la cintura. Una soga basta y fuerte comenzó a rodear cada centímetro de su cuerpo, recorriendo curva tras curva.
El miedo desaparecía poco a poco de su interior. Quien la estaba atando, sabía muy bien lo que hacía, pues estaba consiguiendo que Paula sintiera la libertad y la calma que solo un buen Shibari es capaz de provocar.

Cada roce la hacía humedecer poco a poco. La boca se le secaba ante las ansias de seguir sintiendo como las cuerdas marcaban su territorio acariciándola.
A cada nudo le seguía una caricia y un ¿esta bien señorita?
A veces sentía que perdía el equilibrio pero esas manos experimentadas estaban ahí para sujetarla.
Rondaba por su cabeza quien sería el. Ese hombre que tanto la estaba haciendo sentir con un simple cacho de cuerda que cualquier otra persona rechazaría.

A la media hora o más, acabo de envolverla en aquellas caricias y la tumbó en el suelo. Activó algún tipo de maquinaria que puso en marcha un tipo de engranaje que se escuchaba chirriar por toda la nave.
Cada vez se acercaba mas a ella y la incertidumbre la poseyó.
El hombre unió uno de los nudos que formaban su vestido a una polea que a duras penas pudo acercar hasta su cuerpo.
Abrió una puerta que cerraba uno de los laterales de la plataforma en la que estaba y con ayuda de otro de los hombres la levantó y la acercó al borde la misma.

-¿Confía en mí señorita?- pregunto el con su ronca pero amigable voz.

Como no iba a confiar. No le quedaba otra opción después de que la hubiera vestido de gala con tanto mimo y cariño.

-Si Señor. Confío en usted.
-Bien. Deja tu mente en blanco. Solo siente,déjate llevar por las sensaciones y vívelas.

Sin esperarlo, un empujón la lanzó al vacío.
A merced del aire que llenaba toda la nave., su cuerpo bailaba por su propio peso que ejercía de fuerza.
Una calma y una sensación de plenitud la invadió de una forma tan abrumadora que la hizo estremecer. De nuevo, un frío alentador y protector erizó su piel.
Ahí colgada, en medio de la nada, no tenía preocupaciones ni pensamientos negativos.

Solo sentía como las cuerdas iban marcándola poco a poco,en cada vaivén, en cada sensación.



                                                                                                                       nyx de Lady Foc