La vida da muchas vueltas. Demasiadas diría yo. Todas las decisiones que tomamos, todos los actos que llevamos a cabo, todos los sentimientos que nacen desde nuestro yo más profundo, es lo que da forma a nuestra vida, a nuestro día a día. Nunca en mi vida, me he arrepentido de nada. Nunca. Siempre he asumido todas las decisiones que he tomado,los sentimientos que han surgido de mi, de la manera más natural y objetiva posible. Pero desde hace unos meses, a raíz de cambios en mi vida, me he autojuzgado, criticado y echado la bronca a mí misma.Por qué he cometido errores. Grandes. Muy grandes. Y han hecho mella en como es mi vida ahora. He asumido las consecuencias;he aprendido de ellos. Y procuro cada día desde entonces, redimirme de cada uno de mis fallos, pues como persona que soy, se que puedo demostrar, a mí misma primero y los demás después, que soy buena persona.
Nunca ha habido mala intención en ellos. Soy demasiado impulsiva y eso me lleva muchas veces, a actuar sin pensar. A hablar sin ver el verdadero efecto que mis palabras están causando. Y aunque no haya intencionalidad, si hay realidad. Realidad de que eso ha sucedido y de que yo he sido la causante.
Realidad de que no existe una máquina de tiempo con la que retroceder y volver a hacer las cosas bien.
Realidad de que ahora solo hay vacío en mi.
Realidad de que me siento perdida.
Realidad de que me levanto por las mañanas y ya nada tiene el mismo sentido. Y aunque intenté seguir adelante, y luchar por lo que verdaderamente deseo,por lo que soy, por lo que siento, no sé si llegara un día en que haya sido capaz de redimirme del todo. Por qué una cosa es perdonar o perdonarse, y otra es que se te permita hacerlo.
Está siendo duro. Muy duro.
Levantarse por las mañanas y saber que tu ropa ya no será elegida.
Sentir que tus orgasmos ya no tienen dedicatoria.
Saber que tu collar ya no tiene destino.
Sentir que tu deseo de ser el juguete, el objeto con el que poder llevar a cabo las fantasías de alguien,ya no existe.
Sentir que no tienes ninguna utilidad.
Saber que ya no confían en ti.
Saber que ya no esperan nada de ti.
Sentir que tu entrega está en un agujero negro y muere desesperada por salir de ahí.
Saber que ya no eres el orgullo de nadie.
Es una realidad. Mi realidad. Así sin tapujos y directamente. Una realidad consecuencia de mi impulsividad, de mis actos, de mis decisiones, de mis sentimientos. Soy víctima de decisiones que he tomado voluntaria y libremente. Todo esto lo he hecho yo misma. Como se suele decir.. me lo he buscado. Y ni quiero ni pretendo mostrar pena ni lastima. Primero por qué no soy así y segundo por lo que único que hago es ser madura, objetiva y asumir que he fallado. No puedo culpar a nadie más de como es mi vida ahora. Sería injusto y egoísta.
La verdad es que me siento muy culpable. Y con razón. Soy totalmente merecedora de ella, tal y como es ahora.
Pero no me voy a rendir. No voy a huir. Voy a enfrentarme a ello,luchando,demostrando y ganándome de nuevo la entrada al Paraíso. Por qué una vez que has estado en él, deseas vivir allí para siempre.
Por qué si por lo menos logró entrar, ya será un gran paso, predecesor del perdón que necesito y del premio que me espera al otro lado: volver a ser Suya.
nyx
