Y me alejo. Cada día un poco más. Me voy escondiendo en el cajón desastre en que se ha convertido mi vida.
Despierto pero no veo una meta, un destino.
Siento, pero me ahogo en las alas de mis deseos.
La inercia se apodera de mi.
La desgana y el vacío me acompañan todos los días.
No quiero pensar, pero mis pocas neuronas desobedientes dan vueltas y vueltas todo el día, todas las noches.
Quiero volver a ser yo.
Quiero volver a sentir, a sonreír de verdad.
Quiero poder dormir con tranquilidad, sin que las pajas mentales acechen cuando la luna se pone.
Quiero despertar y sentir el poder.
Quiero ver marcas en mi cuerpo, en mi alma.
Quiero sentirme plena, útil, llena de orgullo.
Quiero notar esa mirada, deseándome postrada y entregada.
Ese orgullo que ya no sé cómo es.
Esa mirada a la que perdí la pista en algún lugar, no se ni en que momento ni cuándo exactamente.
Quiero respirar... pero viviendome.
Viviendole.
nyx
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