Estar
a los pies de un o una Dom,es como la vida. No es un camino solo
lleno de rosas con buen olor y momentos felices.
Existen
los fallos,las lecciones difíciles,los tropiezos,los despistes y
sobre todo,existen las dudas.
Esas
que te hacen plantearte si de verdad tienes alma sumisa; si de verdad
naciste para entregarte y complacer a un ser superior al que adorar.
Cuando
empiezas una relación de esta índole, la ilusión, la emoción de
querer hacerlo bien, las ganas de avanzar y aprender, son nuestras
mejores compañeras.
Pero
como novatas/os que somos y personas, también cometemos errores.
Errores
que nos frenan y nos hacen reflexionar a fondo sobre lo que de verdad
somos y sentimos.
Estoy
convencida que mucha gente que me pueda leer en redes sociales y que
me conoce en persona, creerá que la relación con mi Ama es todo
risas y alegrías; avances sin pasos atrás; como una camino hecho de
algodón liso, llano y fácil.
Pues
siento decepcionaros pero no. He cometido tantos errores que soy
incapaz de contarlos. Tantas veces he estado a las puertas de obtener
una libertad no deseada, que duele solo recordarlo.Y mucho.
Al
hecho innato de saber que has molestado o enfadado a tu Dom, se une
el de que soy una perfeccionista nata. Me exijo a mi misma hasta
límites insospechables, y la culpa cuando no hago las cosas bien es
tan grande y abrumadora, que lo único que desearía en ese momento
es tener una máquina del tiempo para echarlo atrás y hacer que
desapareciese el minuto o el acto por el cual fallé.
Afortunadamente,
mi Ama sabe aplicar los castigos o correctivos necesarios para que
aprenda de ese error y su lección, unas veces a la primera y otras
volviendo a caer en el mismo fallo y en el mismo castigo.
La
sumisión no es un viaje fácil. Es un aprendizaje arduo y continuo.
No es llegar, ver la meta y pensar ya estoy cerca. Es querer correr
todos los días a un ritmo necesario para alcanzarla y lograrla cada
minuto de cada día.
Es
estar pendiente lo máximo posible de cada palabra, de cada acto, de
cada conversación;pues en cualquier momento, tu Dom puede estar
enseñándote una lección o mostrándote un deseo entre líneas.
Los
sentidos deben estar al cien por cien y la disposición para usarlos
igual.
Vivir
y sentir el BDSM es esfuerzo, tesón, ganas, deseo, escuchar, luchar.
Es
aprender a pensar en que tus deseos deben ser los Suyos; en que
obedecer es complacer; en que tu no eres tuyo/a sino de El o Ella.
Por
eso, si de verdad sientes que tu alma le pertenece, no creas que eso
será llegar y besar el santo. Habrá días que serán bonitos y
felices pero también los habrá llenos de lágrimas y dudas. Lucha
con todas tus fuerzas si de verdad adoras la libertad que pertenecer
a tu Dom te otorga,no vivas en los mundos de Yuppy, sino en la
realidad.
Eres
el reflejo de tu Dom. No lo olvides.
nyx
de Lady Foc
Me parece magnífica esta reflexión. Te felicito, sigue así y desde luego conseguirás que tu Dueña se sienta feliz de que le pertenezcas
ResponderEliminarGracias Arturo. Saludos.
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