Le pegó un bofetón y el impacto la
dejo en la cama tirada. Le arrancó la ropa sin miramiento y le ató
las muñecas y los tobillos al cabecero y a los pies de la cama.
Le puso una banda negra como mordaza y
le vendo los ojos. Concentrada en todos los sonidos que sentía a su
alrededor, se quedo inquieta en la cama ante ese momento tan
inesperado.
Escuchó el repicar de Sus tacones en
el suelo de madera y Su respiración acelerada ante la excitación.
El sonido de una chispa de mechero hizo
que se agudizara su oído. Desconocía que iba a pasar, que le
esperaba esa tarde que inicialmente se planteaba de lectura, sofá y
manta.
De pronto el silencio se hizo en la
habitación.
Un golpe de calor, seguido de muchos
mas en todo su cuerpo, la hicieron despertar de su letargo. Pequeñas
gotas de cera iban cubriendo su curvilíneo cuerpo, provocando en ella
mínimas pero sutiles aleadas de placer.
Sentir la cera plasmando su forma en la
piel, induciendo una pequeño quemazón al principio para convertirse
después en espasmos de perversión, era una de sus prácticas
favoritas. Adoraba que ella usara el lienzo que en ese momento era su
cuerpo, para convertirlo en una obra de arte llena de colorido con Su
personal sello.
Siguió echando la cera por su ombligo
y poco a poco, con pequeños toques, se fue acercando a su sexo. La
piel ahí era mas sensible pero no por ello dejaba de ser placentero y
excitante.
Cuando todo su sexo, incluido su
clítoris, tenia ya una máscara de cera impuesta, comenzó a
propinarle pequeños pero certeros golpes con la fusta, haciendo que
la cera se fuera levantando. Conforme menos cera tenia, mas expuesto
quedaba su sexo a los golpes y al dolor. Pero seguía muda
ofreciéndose a Ella y a Sus deseos.
Durante horas Ella siguió jugando con
ese cuerpo que le pertenecía, erizando todos sus sentidos y marcando
cada centímetro de piel.
nyx de Lady Foc
No hay comentarios:
Publicar un comentario