A lo largo del camino para lograr nuestros objetivos, sueños o como queramos llamarlos, se presentan mil obstáculos, y cuando ya llevas varios de estos, aparecen las ganas de abandonar. Entonces ahí paramos, nos planteamos mil veces desistir y otras mil seguir adelante peleando. Casi siempre gana el deseo por nuestros objetivo.
Hasta aquí todo normal.
Si trasladamos esta filosofía poniendo como objetivo el pertenecer, obedecer, servir y postrarse a los pies de un Am@, no es que el deseo sea importante. Es que es primordial.
Una de las cosas que más necesitan l@s dominantes es que se muestre interés, prioridad, ganas de aprender y lealtad. Todo esto,tanto en el periodo de conocimiento como en el posterior desarrollo de la relación si al final cuaja.
Desgraciadamente se tiende a relajarse por la parte sub en el momento que crees que ya conseguiste el objetivo.
Craso error. Nunca jamás se debe bajar la guardia. NUNCA.
El servicio y la entrega a un/a Dom no tiene pausa. Cuando alguien atrapa literalmente tu alma y tu mente, se aloja en esta última de una forma tan intensa y tan brutal, que, por lo menos para mí, soy incapaz de no centralizarlo como prioritario en mi vida.
Y menos aún en el periodo previo de conocimiento, donde debes ganarte y aprovechar cada segundo del tiempo que te dedica.
Y priorizar, entre otras cosas, conlleva dejar de tener el pleno control sobre ti y tu vida para que, con la confianza que se genera día a día de manera recíproca, cedérsela a la parte dominante.
Dejemos de hacer tanto hincapié en la independencia que debe tener un sumis@. Lo queramos o no admitir, somos totalmente dependientes de nuestros Am@s.
Yo pertenezco; ¿y tú?
nyx de Lady Foc
Cuanta razón tienes, amiga. incluso en periodos en los que la relación, por el motivo que sea, cesa o se suspende temporalmente nunca eres independiente, nunca dejas de pertenecer a la persona dominante. Esa pertenencia, esa dependencia permanece en el alma -es decir en la mente- del sumiso o sumisa hasta más allá de lo previsible.
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