Miraba hacia la ventana
como caía la lluvia. Las gotas se deslizaban por el cristal como las
lágrimas por sus mejillas.
Acurrucada en una
esquina del sofá, con la televisión encendida y una copa de moscato
en la mano;así es como había planeado su tarde Chloe.
Arrastraba una dura
semana de trabajo y emociones y no lograba distinguir qué era lo más
intenso de todo.
Apoyó su cabeza en el
respaldo del sofá y cerró los ojos, sumergiéndose en el sonido de
la lluvia contra el cristal....
La suavidad del raso
acarició su rostro, erizando la piel de su cuerpo como si del paso
de una pluma se tratase.. con los ojos cerrados sintió una piel que
se acercaba a la parte alta de su espalda, contorneando cada curva de
los huesos en ella.
Una mano se posó sobre
la suya y la invitó a acompañarle. Con la vista negada y confiada,
se levantó del sofá y se dió media vuelta, dejándose guiar por
esa mano desconocida.
Escuchando a su sentido
del recuerdo, camino mentalmente cada paso que andaba. Sintió como
atravesaba el pasillo, pasando por el aseo y la cocina hasta llegar a
la puerta de su habitación.
La mano la acercó a
los pies de su cama, indicándole con una leve presión en el hombro
que se agachara y se pusiera de rodillas.
Sus piernas se
flexionaron al instante, las separó y puso los pies con la planta
hacia arriba para estar mas cómoda, quedando a la merced de esa alma
silenciosa que la vigilaba.
Intento agudizar su
sentido del oído para ver si conseguía un atisbo de voz que le
indicase quien era, pero a la vez deseaba no saber, no conocer, no
escuchar.....sólo dejarse llevar por el sentimiento y la entrega.
La mano asió su
camiseta por ambos costados y la deslizó hacia sus hombros,
dejándola física y emocionalmente desnuda del todo. Chloe aprovechó
esa cercanía a ver si su olor disipaba las pequeñas dudas de quién
había logrado embelesarla de esa manera sólo con el silencio.
La mano empujó su
espalda y hundió su cabeza en la sábana de raso que cubría la
cama.
En silencio, una gota
de calor recorrió un pequeño camino por su columna vertebral. Aún
sin recuperarse de esa sensación, otra gota la siguió...y otra...
y otra....
La piel se le
estremeció de placer al igual que sus nalgas cuando tambien fueron
bañadas por semejante fuente de sensaciones.
La mano, con un leve
toque en el hombro, le indicó que se diera media vuelta, dejando sus
pechos al aire del silencio.
Sus pechos, pequeños
pero bien formados y turgentes, estaban pidiendo deseo, lujuria,
placer......pedían esas gotas de calor excitante y frío a la vez.
Empezaron a ser
derramadas por la colina de sus senos, acercándose poco a poco a las
areolas de sus pezones;éstos se pusieron tersos y definidos,
lanzando gritos de deleite y libidez.
La otra mano,
disfrutaba de su sexo mientras la cera recorría cada centimetro de
ese paraíso liso y terso.
Se metía en su
interior, excavando agujeros de deseo en cada rincón.
El éxtasis era casi
inminente, pero Chloe deseaba salirse de los límites de sus
sentidos... Deseaba vibrar, eclosionar, estallar, gemir, chillar,
hablar....y callar.
Puesto que era el
silencio el que imperaba en su interior, Chloé enmudeció de placer.
El éxtasis había
llegado a ella de la forma mas ruidosa posible. “Eres Mía”
nyx de Lady Foc
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